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El sentido del tantra en la vida moderna (entrevista a Carlos Pomeda)

Hinduismo
Carlos Pomeda, maestro de yoga y traductor de textos tántricos del sánscrito, nos introduce a las tradiciones no duales de la India.
Autor: Cadena Áurea
enero 31, 2019


Hoy en día la mayoría de las personas en Occidente han oído la palabra «tantra» y muchos han practicado yoga. Sin embargo, la gran mayoría tiene un entendimiento confuso y poco cercano a la tradición de lo que es el tantra (generalmente se cree que tiene que ver con el sexo místico); y muchos lo que han practicado cuando practican yoga es una adaptación moderna muy particular basada solamente en los ejercicios físicos o asanas que no le hace justicia a la profundidad de la milenaria tradición del yoga, desde antes de Patanjali a los nath-yogis y demás. Si bien el sólo contacto con estas disciplinas  puede ser positivo y abrir un umbral hacia una exploración más profunda -aunque sea en su versión rebajada para el mercado occidental-, es necesario, también, corregir ciertos malentendidos y orientar hacia aquellos maestros que mantienen viva la tradición.

En lengua española tenemos pocos maestros que han establecido un vínculo con la tradición, que conocen los textos originales y a la vez son practicantes; uno de ellos es Carlos Pomeda. Carlos lleva estudiando y practicando dentro de la tradición del yoga durante más de 40 años. 18 de esos años los pasó como monje de la orden de Saraswati, bajo el nombre Swami Gitananda, incluyendo 9 años de formación y práctica tradicionales en la India, donde fue introducido al tantrismo. Combina esta experiencia y entrenamiento tradicional con dos títulos de maestría: uno en Sánscrito, por la Universidad de Berkeley (donde también enseñó) y otra en Estudios sobre la Religión, por la Universidad de California en Santa Bárbara. Carlos ha realizado traducciones de importantes textos tántricos y enseña yoga y meditación en diversas partes del mundo.

La entrevista que sigue fue realizada a finales del año pasado en Malinalco, México, donde Carlos se encontraba impartiendo enseñanzas sobre el Pratyabhijnahrdayam, uno de los textos centrales de la «doctrina del reconocimiento» dentro del tantrismo no-dual de Cachemira. El tantrismo shaiva de Cachemira puede considerarse el pináculo del tantra hinduista, una enseñanza no-dual en la que el trabajo espiritual no consiste en la acción o creación de algo nuevo sino en la contemplación y en el reconocimiento de la realidad, que no es más que el juego extático de Shiva, la conciencia absoluta que se manifiesta como el universo y experimenta todas las cosas, es el sujeto y el objeto. Ésta realidad última (Shiva) yace más allá de todo concepto, no se puede alcanzar con el intelecto -por ello las prácticas yóguicas y tántricas- y, sin embargo, es también todo concepto con el que se le quiere definir.

A continuación el audio y la transcripción (el audio no es muy bueno, por lo cual se recomienda utilizar audífonos).

Un acercamiento al tantra 

Un poquito de tantra puede ser un poco peligroso (parafraseando aquella frase de que un poco de religión puede ser un poco peligroso). Con un poquito de tantra puede ocurrir igual. El tantra es un término que cubre todo una serie de tradiciones que empezaron a aparecer en el siglo V que fueron una revolución en el mundo del yoga.

El tema principal es que el tantra no acepta la división rígida entre lo bueno y malo, puro e impuro. El tantra mantiene que todo depende del uso que se le dé, nada es bueno o malo por sí solo. Esto que parece una afirmación muy sencilla en el tantra, abrió una serie de cambios en la manera de practicar. Por ejemplo, involucrar al cuerpo, que era algo que no se había hecho antes porque el cuerpo se dejaba ahí sentadito en la meditación para trascenderlo. Ahora el tantra se involucra con el cuerpo y empieza a dedicarse a trabajarlo, por ejemplo, el hatha yoga es un resultado de esta revolución tántrica y de la misma manera el mantra yoga como yoga no existía antes del tantra, claro que los mantras sí, han existido desde el principio. Lo que el tantra hace es que se interesa en el sonido, en las texturas del sonido, trabajando con el alfabeto y el poder de los fonemas del sánscrito, y sus correspondencias con los diferentes niveles de conciencia y de realidad. El tantra abrió toda una tecnología nueva con el uso de mantra.

 

Tantra en la vida moderna más allá del sexo

Se me hace una pena que la gente desvirtúe el tantra pensando que se trata de sexo porque en realidad hay muy poquito de sexo en el tantra y se pierde todo lo que el tantra tiene que ofrecer, que para mí es el mejor sistema para el mundo moderno, porque no se basa en la renuncia, en apartarse del mundo, sino en cómo transformar nuestra experiencia donde estemos y encontrar lo sagrado en todas partes, literalmente en todas partes. El tantra es revolucionario, tiene una gran creatividad, desarrolla cientos de técnicas nuevas, de meditación, de maneras de trabajar con el cuerpo y con la mente. Tiene una gran riqueza y muchas cosas que aportar, por lo que da pena que se desvirtúe el tantra original.

 

¿Cómo te acercaste al tantra?

Yo no sabía nada del tanta, primero me acerqué el mundo del yoga, a través del hatha yoga y la meditación. No sabía nada de la filosofía de la India. Fue mi primer maestro quien me empezó a hablar del tantra. En los 70 era muy difícil encontrar información, había muy poquito publicado, cosas antiguas de Sir John Woodroffe (Arthur Avalon).

Ya que fui a la India en el año 82, empecé a estudiarlo seriamente. La manera que yo lo aprendí fue con referencia a textos originales. Entonces estás viendo qué tipo de ideas o prácticas manejan directamente. Mi formación fue muy tradicional. Me fascinó tanto cuando empecé a ver lo que el trantra tenía que ofrecer que a veces estudiaba hasta 12 a 16 horas al día. Me apasionaba. Estudio-práctica, estudio-práctica. Así fue mi trayectoria. Esto está cambiando hoy en día lentamente porque el tantra está recibiendo mucha atención en medios académicos. Entonces están saliendo trabajos muy serios, rigurosos y bien informados. En el período en el que yo empecé y hasta hoy, sin embargo, ha habido mucha literatura que no está informada por los textos originales, que son elucubraciones de la gente, interpretaciones. Hay gran cantidad de libros por ahí que no tienen nada que ver con las fuentes que se llaman a sí mismas “tantras».

Estoy contento de que hoy en día hay ya estudio académico muy serio, hay mucha gente en universidades que está publicando trabajos sobre tantra. Esto me parece que va a ser parte de un movimiento que transformará cómo la gente experimenta el yoga, puesto que, como sabes, cuando hoy la gente dice yoga entiende hatha yoga, pero a través del tantra descubres que hay muchísimo más.

 

Yoga más allá del fitness

Viajando y viendo la evolución del hatha yoga, me da optimismo, porque lo que veo en todas partes es gente que dice cosas como “yo empecé haciendo yoga en mi gimnasio local. No sabía todo lo que había detrás”. Estamos viendo un fenómeno en el que mucha gente empieza por fitness o por motivos X con el yoga y luego descubren todo lo que hay detrás que para mí es una forma de espiritualidad no dogmática, lo cual creo que es una de las claves del éxito del yoga. Cuando la gente se hace más educada no es es tan susceptible de aceptar dogmas porque sí, la gente piensa por sí misma. Lo bonito del yoga es que no es dogmático, tú puedes tener la ideología que quieras. Obviamente las tradiciones del yoga vienen con sus ideas —porque no puede existir algo en un vacío ideológico— vienen con ideas de la India que es la fuente. Pero incluso si estas ideas a ti no te resuenan no hace falta aceptarlas para hacer yoga. Lo fundamental del yoga es la práctica. Veo una revolución en la que cada vez más personas están llegando a lo profundo a través del hatha yoga. 

 

Sin embargo existe un peligro al ofrecer una versión lite del tantra o del yoga…

Podemos desvirtuar la tradición y convertirla en otra cosa totalmente diferente, por ello siento una gran responsabilidad cuando enseño o hablo de yoga de tratar de representar la tradición lo más  fidedignamente, porque si no la estamos bastardizando, transformando en otra cosa que no es. Por ello es importante conectar con las raíces, y luego ya uno decide. Siempre, si uno está enraizado, uno puede crecer mucho y volar muy alto y nunca se pierde. Si uno está enraizado en la tradición, entonces puede ver qué adaptación puede ser conveniente en cierta situación.

 

Académicos y practicantes; siddhas y panditas…

Respeto mucho y agradezco el trabajo académico pero veo que falta algo. Por ejemplo, si hablas de la meditación a nivel teórico, entonces sólo puedes decir cosas como  «existe esta idea» o «afirman los textos», pero si tú haces las prácticas, experimentas la realidad de esto, entonces puedes realmente saber. Cuando yo empecé a estudiar sánscrito y leí otra vez los Yoga-sutras, el primer capítulo sobre la meditación me encantó porque entonces pude relacionarlo con mi trayectoria de meditación, mi propia práctica. Es esencial poder hermanar las dos. Hay que agradecer a los académicos que nos dan el nivel intelectual y el rigor de información, pero es necesaria también la práctica. Esto se suele comparar con saber mucho de cocina pero no probar los platillos.

 

La ciencia materialista, una ciencia sin conciencia

Las mismas actitudes, fanáticas, cerradas, obcecadas, arrogantes, que había por ejemplo en la época medieval con la religión, cuando los sacerdotes creían que ellos eran los portadores de la verdad [pueden observarse hoy en la ciencia]. Luego llega Galileo y dice que la Tierra gira alrededor del Sol y la Iglesia dice que no. Ese tipo de arrogancia, que es una cosa muy humana, la veo hoy en muchos científicos. Claro que la ciencia tiene la ventaja sobre la religión en que se basa en datos y en un método y es un método maravilloso de conocimiento. Pero tiene sus limitaciones; por definición, la ciencia es maravillosa en el campo objetivo, de lo material, el problema es cuando pensamos que es es el limite del conocimiento, que no hay más que aquello que lo que puede analizar la ciencia. El yoga ofrece una propuesta que va más allá de los sentidos y del intelecto, esa propuesta hay que probarla, no se puede ni negar ni afirmar a nivel intelectual, se tiene que probar. Uno entra en estos procesos de meditación y ve lo que descubre.

Uno de los desarrollos de la física cuántica ha sido el empezar a interesarse por la conciencia y empezar a ver interconexiones entre sujeto y objeto. Pero yo soy un poco escéptico en el sentido de que si la conciencia es la subjetividad primaria, no puede ser el campo de la ciencia. El campo de la ciencia es lo objetivo, no puedes medir lo subjetivo. Para ello hay herramientas distintas, ahí es donde entra el yoga. A mucha gente le da miedo lo de la subjetividad, pero hay muchas experiencias básicas de la humanidad que son subjetivas, por ejemplo, la experiencia del amor, pero no tenemos problema con esto, lo podemos comunicar. Yo no sé si tu experiencia del amor es exactamente igual a la mía, pero si nos comunicamos descubrimos que estamos hablando de lo mismo. En el yoga ocurre exactamente igual, cuando hablas con una persona que tiene experiencia, que ha practicado meditación cierto tiempo, que ha descubierto ciertas cosas, te das cuenta que es lo mismo que tú has estado andando. Ves la literatura y ves lo mismo. Creo que podemos decir que, aunque en el campo de lo subjetivo, podemos establecer criterios  y parámetros para progresar. Uno de los problemas de la ciencia es que [en ella] se ha estigmatizado lo subjetivo y se ha privilegiado lo objetivo. Claro que lo objetivo es muy importante para la ciencia, pero fundamentalmente la vida es subjetiva, la experiencia es subjetiva.

 

La visión tántrica no-dual

Es una misma conciencia la que se manifiesta en forma de sujeto y objeto… Me llama la atención que en estas tradiciones no-dualistas que explican la evolución de la conciencia, el énfasis sigue siendo en lo subjetivo. El interés nunca es analizar lo objetivo… Cuando ves una cosmología tántrica no tiene una finalidad en sí misma, “Miren, ya sabemos lo que es el universo”, sino que sirve como paso, como mapa para la práctica, el enfoque siempre está en la práctica, en la experiencia personal.

Debemos darnos cuenta en algún momento de que el único camino es yendo hacia dentro, investigando lo que yo llamo la última frontera, porque hemos progresado tanto en nuestro conocimiento de lo objetivo y somos a la vez tan ignorantes en lo subjetivo. La conciencia que es lo más básico es lo más misterioso. En la India ha sido al revés, se han dedicado a investigar la conciencia 2 mil 500-2 mil 800 años como mínimo. Quizás más, pero históricamente podemos decir que como mínimo estas fechas. 

 

El método de conocimiento de los yoguis

La palabra filosofía se queda corta en este ámbito, porque no se trata de utilizar la razón para expandir nuestro conocimiento, que es el método filosófico. En sánscrito se le llama darshana: se puede traducir como experiencia, literalmente significa ver. Quiere decir que las enseñanzas del yoga no son especulativas, son la transmisión de la experiencia de algún maestro.

Mencionas a Abhinavagupta, él está hablando no desde el punto de vista teórico, sino desde el punto de vista de alguien que ha recorrido la tradición, que ha llegado al reconocimiento de su propia realidad, de la conciencia suprema. Y enseña desde esa perspectiva, entonces eso ya no es especulativo.

La palabra darshana tiene la otra vertiente de que es un instrumento para que tu puedas experimentar lo que esa persona experimentó. Aquí viene la parte práctica. Esto es a lo que me refería antes sobre aceptar que hay otros sistemas de conocimiento y darshana es un sistema de conocimiento pero no se basa en la especulación intelectual, se basa en la experiencia. Lo intelectual luego sirve para adquirir  certeza en el conocimiento y luego para poder comunicar esas experiencias de manera lógica, pero no tiene una finalidad en sí misma. Esto puede ser una plataforma ideal para el futuro. Alguien presenta unas ideas, como Abhinavagupta, pero también está presentando un sistema y entonces podemos probarlo.

Doy algunas cosas como verdad porque son parte de la experiencia. En la práctica se comprueba la verdad de lo que se dice. Yo no tengo el estado de iluminación, pero a lo largo de los años que llevo practicando he visto tal transformación en mí que es exactamente la que se describe en las fuentes originales, por lo cual no tengo por qué dudar.

Sobre el peligros de los vehículos superiores no-duales

Para llegar a anupaya –el camino que no es camino– o en el budismo al mahamudra… para llegar ahí, hace falta todo un trabajo previo. Cuando uno sólo tiene información de libros, hay un peligro. Para llegar al punto en el que no hay que hacer nada hay que trabajar muchísimo, porque sino están los condicionamientos de tu subconsciente actuando sobre tu vida y te puedes engañar pensando que te estás iluminado o que estás muy cerca de la iluminación, y ni siquiera te das cuenta de la cantidad de equipaje que llevas ahí dentro y de la cantidad de trabajo que tienes que hacer. Por eso la importancia del estudio, conocer bien la tradición; así te puedes dar cuenta dónde encajan las experiencias.

Paralelos entre el budismo tántrico y el hinduismo tántrico

Si hablas de tantrismo budista, la compatibilidad existe. No hablan de atman, pero es una adaptación al budismo de todo el espíritu tántrico, de la tecnología tántrica.

Yo me manejo muy cómodamente en el budismo o en otras tradiciones que hablan del ser [atman, self, a veces traducido yo o sí mismo] o del no-ser . Entiendo las descripciones de ser o no-ser simplemente com mapas, como representaciones conceptuales. El problema es cuando lo tomamos como realidad o verdad última. Lo reificamos, entonces tenemos que crear modos de explicación que estén de acuerdo con este concepto y entonces todo tiene que girar en torno a este concepto.

En mi opinión, el budismo tiene mayor dificultad en explicar el mecanismo del karma ya que no hablan del ser, ¿finalmente, si no hay ser ahí, a quién pertenece el karma? Claro, los filósofos budistas son muy astutos y encontraron maneras de explicarlo, pero en mi opinión son más complicadas. Existe el ser y el ser lleva todo este equipaje de karma y esto lo lleva de encarnación en encarnación.

Cuando entras en la práctica no hay problema [entre el budismo y el hinduismo]. En la meditación vas mas allá de la mente y entras en ese espacio que está más allá de las palabras…  luego cuando sales de la meditación lo puedes llamar ser o no-ser, como quieras.

Yo entiendo el énfasis del Buda —porque habla de vacío y de no-ser— como una estrategia pedagógica, porque él no quería crear un concepto más, si toda la metodología budista es el desvestirse de todos esos conceptos, para que crear otro concepto más: el ser.

En el Samyutta Nikaya (SN 44) hay un pasaje bellísimo en el que creo que es su discípulo Ananda que le pregunta si existe el ser, entonces el Buda dice una respuesta genial y muy repetitiva como ocurre en la tradición oral. Algo así como: “Si te dijo que hay ser tú vas a ir repitiendo ‘el Buda enseña que existe el ser’. Si te dijo que no hay ser, tú vas a ir repitiendo ‘el Buda enseña que no hay ser’. Por lo tanto permaneceré en silencio”. Me encanta esa respuesta, deja muy claro que una cosa  es una representación en palabras y otra la experiencia. No veo conflicto entre los dos, el conflicto está en si tomas la doctrina y discutes [sin haber tenido la experiencia], que es lo que han hecho históricamente entre los budistas y los hinduistas.

En una ocasión me encontré con un lama tibetano y él estaba hablando desde la perspectiva del no-ser. Entonces yo le pregunté ¿si no hay ser que es lo que sabe en la meditación que tu estás teniendo una experiencia trascendental? Se quedó pensando y me dijo: vijnana, la conciencia. Entonces nos entendemos, sólo es cuestión de terminología. ¿Pero sabes por qué? Porque él habla desde la experiencia. Estas filosofías son formas de expresar la experiencia interna y en los aspectos que esa experiencia va más profundo que la mente, pues está más allá de las palabras.

Tecnología y atención

Empecé a notar que al trabajar más con computadoras me costaba más mantener la atención, por ejemplo leer trabajos académicos. Y empecé a escuchar a muchas personas que les pasaba lo mismo. Me asomé a la literatura y hay mucha investigación en los últimos 15 años sobre los efectos de la tecnología en la mente. Un experimento, por ejemplo: les dan a unas personas un capítulo de un libro en papel y luego el mismo capítulo pero en la pantalla de la computadora. Y después les dan un cuestionario para ver qué recuerdan. Y  a las personas que ven el mismo contenido en la pantalla les cuesta mucho más recordar.

Las hipótesis es que las distracciones de los medios electrónicos interfieren con el proceso de asimilación de información,  el proceso de transmisión memoria de corto plazo a memoria de largo plazo se interrumpe. Esto me ha pasado a mí leyendo libros electrónicos. Cuando estás leyendo en papel tienes el refuerzo de los cinco sentidos, todo lo sensorial. Además tienes más tiempo para esa transmisión de la memoria de corto a largo plazo. Esto es importante porque lo que ha guiado el desarrollo de la tecnología no han sido un grupo de expertos que se sientan a ver cómo podemos utilizar mejor la tecnología. Lo que lo ha guiado han sido los intereses económicos. Recientemente algunos programadores ya han dado pláticas sobre replantearnos cómo estamos creando las aplicaciones que son todas de distracciones, basadas en notificaciones, que van fragmentando la atención. El problema no es solo de cara a la sociedad, hay mucha investigación en esto, esto es un problema para el yoga y la meditación, es fundamental desarrollar el músculo de la atención, para poder sostener la fuerza de la conciencia cuando entras dentro de tu ser, sobre todo al nivel del subconsciente. Necesitas una fuerza interior enorme para mantener la atención y no perderte en la fantasía.

Hasta ahora toda la tecnología nos ha privado de algo pero ha tenido una contrapartida positiva.  Sin embargo, los análisis recientes nos dicen que no nos está dando facultades nuevas; por ejemplo, la escritura te libera la memoria para hacer otras cosas, etcétera. Pero los estudios científicos que yo he estado viendo, ya a nivel de resonancias magnéticas, enseñan sólo que nos hacemos ligeramente más capaces de hacer multitasking, lo cual no es necesariamente una virtud. Pero en términos emocionales, de atención, de inteligencia, es dañina. Está habiendo un despertar de la gente cuestionado la tecnología y preguntándose sobre quién está cargo. La tecnología es maravillosa cuando nos sirve pero no queremos ser esclavos de la tecnología. Más gente cada vez se cuestiona el papel de la tecnología en su vida,  si queremos estar encadenados al email… Se supone que la tecnología es para hacernos la vida más fácil, para liberar nuestra creatividad.

Hoy en día muchas personas lo primero que ven al despertar es la pantalla de su teléfono y lo último que ven antes de dormirse es su pantalla. Las áreas que se activan cuando recibes un email son las mismas que en el caso de adicciones, porque hay un estímulo que es parte de lo adictivo de los medios sociales; está activando las áreas del cerebro que tienen que ver con la adicción. Entonces, es un problema que la gente se pueda convertir en adicta la tecnología, a los mensajes, a los medios sociales. Tenemos que tomar control sobre esto.

 

Sitio de Carlos Pomeda

 

Twitter del entrevistador: @alepholo

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